El Real Madrid avanza con confianza en su recurso contra la expulsión de Dean Huijsen en Anoeta. El club considera injustificable la tarjeta roja directa mostrada a Jesús Gil Manzano en el minuto 32 contra la Real Sociedad y espera que el Comité de Competición anule la sanción.

En el Bernabéu, la postura es clara: no imaginan otro resultado que no sea el levantamiento de la sanción. El club interpreta los últimos acontecimientos como prueba de que el propio sistema arbitral ya ha admitido el error al señalarlo, y espera que la misma conclusión se refleje en el fallo del Comité.

La defensa del Madrid se basa en dos argumentos principales: Éder Militão estaba en posición de cubrir, y la distancia a la portería, junto con la dirección del juego, descartaron cualquier ocasión clara de gol. A pesar de saber que la mayoría de los recursos suelen ser desestimados, el club se muestra optimista de que Huijsen será absuelto y estará disponible para el próximo partido de liga contra el Espanyol.

Mientras tanto, el incidente de Anoeta también ha tenido repercusiones en el cuerpo arbitral. Figueroa Vázquez, el árbitro del VAR, ha sido excluido de futuras designaciones como sanción por no intervenir y enviar a Gil Manzano a revisar la acción. Esta sanción pone de manifiesto la autocrítica del nuevo sistema de VAR y refuerza la confianza del Real Madrid en que su recurso prosperará.

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