En el Real Madrid, cada era termina con un paso hacia lo desconocido. Pasó con Cristiano Ronaldo. Pasó con Karim Benzema. Y ahora vuelve a suceder con Luka Modric, el último miembro de un legendario trío de centrocampistas que conquistó cuatro títulos de la Champions League en seis temporadas inolvidables. Tras el traspaso de Casemiro y la reciente retirada de Toni Kroos, Modric ha confirmado que no vestirá la camiseta blanca más allá de este verano.

Su historia comenzó en la temporada 2015-16, cuando Rafa Benítez, brevemente al mando, unió al trío. Aunque su etapa en el banquillo fue breve, Zinedine Zidane lo sucedió y construyó su dinastía en torno a estos tres maestros del mediocampo. Sacrificó nombres estelares como James Rodríguez para asegurar el equilibrio entre la defensa y el famoso ataque de la BBC del Real Madrid, y dio sus frutos: tres títulos consecutivos de la Champions League.

Cuando Carlo Ancelotti regresó en 2021, heredó el mismo motor del mediocampo, solo que más veterano y sabio. Con Federico Valverde aportando nuevas piernas al equipo, el trío impulsó al Madrid a su histórico 14.º título europeo, una campaña marcada por remontadas inolvidables contra el PSG, el Chelsea y el Manchester City, y coronada por la heroica actuación de Courtois en la final contra el Liverpool.

Ancelotti los apodó cariñosamente el "Triángulo de las Bermudas", con la famosa frase: "El balón desaparece cuando pasa entre los tres". Sin embargo, poco después, Casemiro se marchó al Manchester United. El Real Madrid aceptó la marcha, tras haber fichado ya a Aurélien Tchouaméni por 80 millones de euros procedente del Mónaco. Pero sustituir al ancla brasileño no fue tarea fácil. Tchouaméni al principio tuvo dificultades, pero ha madurado en su rol, sobre todo en la recta final de esta temporada.

Luego llegó la decisión de Kroos de retirarse, y el Real Madrid creyó erróneamente que el resto de la plantilla podría asumir sus responsabilidades sin problemas. La apuesta fracasó. Modric, antes intocable, se convirtió en una opción para la rotación, pero incluso desde el banquillo mostró destellos de brillantez. A veces, nadie podía dictar el ritmo del partido como el maestro croata. En otras, el ritmo del fútbol moderno parecía superarlo.

Ahora, el mediocampo del CMK —Casemiro, Modric, Kroos— es oficialmente historia. El Real Madrid debe reconstruirse. A pesar de la aparición de jóvenes talentos como Camavinga, Tchouaméni y Valverde, el club reconoce la necesidad de refuerzos. Se está analizando el mercado. Zubimendi parece improbable, pero nombres como Enzo Fernández, Rodri, Mac Allister, Reijnders y Stiller están en la mira.

Quienquiera que llegue después se enfrentará al enorme reto de reemplazar no solo a un jugador, sino a una leyenda. Los 13 años de Modric en el Santiago Bernabéu han dejado una huella imborrable. Reemplazar su mentalidad futbolística, su liderazgo y su conexión con los fanáticos requerirá más que talento: requerirá tiempo, paciencia y quizás un poco de magia.

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