La dolorosa derrota del Real Madrid por 4-0 ante el PSG ha dejado al descubierto más que simples fallos tácticos; ha revelado un problema más profundo y persistente dentro de la plantilla: la falta de unidad ante la adversidad. Una vez más, el individualismo y el ego resurgieron a la primera señal de dificultad, demostrando lo frágil que puede ser la mentalidad colectiva cuando el marcador no les favorece.
La directiva del club es plenamente consciente de este problema y ha decidido actuar con rapidez. En los próximos días, varios jugadores serán convocados para conversaciones individuales para aclarar sus intenciones, su nivel de compromiso y su futuro con el equipo. El mensaje es claro: el Real Madrid debe funcionar como un equipo o se harán cambios. Con el mercado de fichajes abierto hasta principios de septiembre, hay tiempo para hacer los ajustes necesarios.
En el momento en que el equipo encajó el primer gol, tras un error de Asensio, la cohesión en el campo se desmoronó. Hubo gestos de enfado, frustración visible y una falta general de solidaridad. No todos los jugadores reaccionaron así, pero muchos sí.
Vinícius Júnior es una de las principales preocupaciones. Lejos de su mejor momento, su comportamiento actual está generando alarma interna. Si bien no es el único jugador bajo escrutinio, su situación es particularmente desconcertante dada su profesionalidad diaria. Ahora, el club quiere claridad de su parte. ¿Qué es lo que realmente quiere de ahora en adelante? Las conversaciones previas de renovación se están posponiendo hasta que haya honestidad.
El caso de Rodrygo está más avanzado. El club ya está considerando su salida, y Xabi Alonso ha dejado clara su postura. Pero en el caso de Vinícius, quieren escuchar la opinión directamente del jugador.
Kylian Mbappé es otro problema. Su rendimiento ha bajado significativamente durante el Mundial de Clubes, en parte debido a una enfermedad, pero su falta de esfuerzo defensivo, especialmente contra el PSG, ha preocupado a Xabi Alonso. El sistema del entrenador exige que todos presionen y corran, independientemente de su estatura. Ese no fue el caso en este partido.
Se supone que Vinícius y Mbappé son los pilares del ataque, pero si cada uno intenta llevar la carga individualmente en lugar de trabajar en equipo, el sistema se rompe. No se trata de incompatibilidad futbolística, sino de actitud y esfuerzo, ninguno de los cuales se vio contra el PSG.
El club ha respaldado el planteamiento de Xabi Alonso. El entrenador, al igual que Carlo Ancelotti antes que él, ha diagnosticado que el problema es de actitud, no de talento. Ahora, con el verano a la vuelta de la esquina, ha llegado el momento de tomar decisiones difíciles y mantener conversaciones honestas.
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