Tres puntos y cuatro goles para el Real Madrid, con Mbappé a la cabeza y Vinicius con una actuación brillante, demuestran claramente que la calma interna buscada por la directiva, el entrenador y los jugadores ha empezado a dar sus frutos. Como mínimo, ha disipado la sensación de inquietud que algunos creían que se estaba formando en Valdebebas. En realidad, esas nubes nunca estuvieron tan presentes en el día a día del equipo como se pretendía. Los numerosos abrazos que se vieron durante la visita a El Pireo confirman que, a pesar de los problemas, el Real Madrid ha sabido sortearlos, algo que se refleja en su liderato de la liga y su posición segura en la Champions League.

Es innegable que existía tensión, la que siempre surge cuando el Real Madrid no lo gana todo. Hace unos días, Benzema declaró a este periódico que un solo empate basta para alimentar los rumores. Y eso es exactamente lo que ocurrió. Un mensaje enviado directamente desde el club aseguró que todos comprendieran su papel en la historia de esta temporada. Las reuniones en el vestuario durante los últimos días de la semana pasada, las llamadas telefónicas y una comunicación fluida provocaron un cambio de actitud notable.

El primer paso vino de los jugadores. Conscientes de que algo no iba bien y conscientes de su responsabilidad, reaccionaron. En Atenas, la conexión entre Vinicius y Mbappé fue plenamente visible. Era algo que se había cuestionado desde fuera, pero para ellos nunca había sido un problema. A lo largo de la segunda parte, el francés buscó repetidamente oportunidades para que el brasileño compartiera protagonismo en el marcador.

Los jugadores del Real Madrid entienden que dependen los unos de los otros y ahora saben que no hay margen para cuestionar al entrenador. El fuerte apoyo que el club ha brindado a Xabi Alonso no deja lugar a dudas, y contra el Olympiacos demostraron que su único objetivo es ganar y competir por todos los títulos. Conseguirlo es otra historia, pero la intención es clara.

Desde el final del partido, Mbappé, Valverde y todos los que intervinieron públicamente expresaron su apoyo a Xabi Alonso, quien también ha comprendido que la cercanía con sus jugadores es fundamental para ganarse su plena confianza.

Su gesto hacia Vinicius tras el partido fue intencionado. El entrenador quiso demostrar que existe comunicación y que el brasileño merece más cariño y apoyo del que ha recibido hasta ahora. Fue un abrazo con significado. Las conversaciones mantenidas entre el cuerpo técnico y los jugadores en los últimos días han surtido efecto. Todos saben que el rumbo lo marcan el club y el presidente, y tras unos días de incertidumbre, el Real Madrid vuelve a ver la luz en el horizonte.

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