Llegó con gran expectación, y con razón. Endrick ya había sido noticia antes de aterrizar en Madrid, impresionando con Brasil en Wembley y dejando huella en el Santiago Bernabéu como visitante. Sus credenciales eran sólidas y las expectativas, altísimas. Pero entre las pocas oportunidades y una lesión inoportuna, su temporada de debut como jugador del Real Madrid ha sido una mezcla de destellos y frustración.

Con tan solo 18 años, que pronto cumplirá 19 el 21 de julio, Endrick ha mostrado destellos de su inmenso potencial. Pero estos destellos no han sido suficientes. La irrupción de Gonzalo en el Mundial de Clubes a finales de temporada ha puesto en duda el papel de Endrick en el equipo de cara al futuro. En el club se está considerando discretamente una cesión, no como un castigo, sino para hacer espacio para el canterano que ha aprovechado al máximo sus oportunidades. Endrick, sin embargo, se mantiene firme en su postura: quiere triunfar en el Real Madrid y no tiene intención de irse.

Si se propusiera una cesión, no faltarían pretendientes. Pero para Endrick y su entorno, la idea está descartada. Como dicen, "Está en el club más grande e importante del mundo" y ahí es donde quiere quedarse.

Estadísticamente, su primera temporada está lejos de ser olvidable. En los escasos minutos que disputó con Carlo Ancelotti, Endrick logró marcar siete goles, a menudo con un impacto inmediato. Marcó contra el Valladolid a los diez minutos de su debut en LaLiga y volvió a marcar a los quince minutos de su debut en la Champions League contra el Stuttgart. Su actuación en la Copa del Rey fue aún más impresionante, con cinco goles en el torneo, incluyendo tantos decisivos en octavos de final, cuartos de final y semifinales.

De no haber sido por una lesión en el isquiotibial sufrida contra el Sevilla en la penúltima jornada de LaLiga, podría haber terminado la temporada con una nota aún más alta. Esa lesión lo dejó fuera del Mundial de Clubes, una oportunidad perdida que se agravó con la gastroenteritis de Kylian Mbappé, y que le abrió la puerta a Gonzalo, quien aprovechó la oportunidad e incluso podría terminar como el Bota de Oro del torneo. El panorama ha cambiado, y Endrick ahora se encuentra en un puesto más bajo en la jerarquía.

Pero el brasileño se mantiene optimista. Voló para unirse al equipo después de la fase de grupos, decidido a demostrarle a Xabi Alonso su compromiso y ambición de primera mano. Endrick cree que su futuro está en el Bernabéu. Ahora, solo necesita convencer a su nuevo entrenador de que es su lugar.

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