El Real Madrid sigue con su particular operación de salida. El último en marcharse es Antonio Blanco, que no tenía sitio en la plantilla de Carlo Ancelotti.
Antonio pone rumbo a Vitoria para jugar en el Alavés, donde estuvo la segunda mitad de la temporada pasada y su notable rendimiento le ha hecho ficharlo con un contrato de larga duración hasta 2027. Sin embargo, el Real Madrid conserva el 50% de los derechos y una cláusula de recompra.